En los últimos cuarenta años la población de Costa Rica se duplicó, alcanzando los 5 millones de habitantes. Las ciudades crecen y lo hacen a menudo, a expensas de los bosques. También la agricultura se expande y necesita cada vez más tierras, algo que altera el equilibrio hídrico del país. En las afueras de San José, la capital, se trabaja ya en posibles soluciones.