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Berlín, eterna ciudad en construcción

Jefferson Chase / rml29 de octubre de 2012

Berlín cambia constantemente. A 775 años de su fundación y a casi un cuarto de siglo de su reunificación, cada día, numerosos sitios de la ciudad mudan radicalmente su aspecto y uso.

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Aeropuerto de Tegel
Aeropuerto de TegelImagen: picture alliance/Arco Images GmbH

Quienes aterrizan hoy en el aeropuerto de Tegel están llegando ya, sin saberlo, a una futura Escuela Técnica. Aún no se nota, pero ese será el destino del inmenso complejo de angulosas y funcionales estructuras de concreto, construido en 1974 por el hoy internacionalmente reconocido arquitecto Meinhard von Gerkan. Esta escuela es parte de un Plan Maestro para la reconversión del aeropuerto berlinés tras su cierre, el próximo 2013.

Institutos de investigación, pequeños emprendedores y firmas reconocidas se unirán en una especie de “cadena de producción”, explica Philipp Bouteller, gerente del Tegel Project GMBH: “todo a sólo 15 minutos del barrio de gobierno”, celebra.

Pero lo impresionante de Berlín es el ritmo y la simultaneidad de los cambios que la transforman sin parar. Monopatines, bicicletas, patines lineales, y todo tipo de artefactos para el deporte urbano extremo se han adueñado espontáneamente de la pista de aterrizaje del antiguo aeropuerto de Tempelhof. El amplio césped verde –frente a la antigua sala de llegadas de estricta arquitectura de los años 30– es el sitio preferido para hacer picnic. Y ya hay planes oficiales para remodelar y convertir el recinto en un enorme parque de recreo.

Antiguo aeropuerto de Tempelhof.
La pista de aterrizaje del antiguo aeropuerto de Tempelhof.Imagen: DW/C.Deicke

De “tierra de nadie” …¿a tierra de todos?

La reunificación, el más grande de los cambios de la historia reciente de la ciudad, ha dejado sus huellas. En lo que antes fue “tierra de nadie”, alrededor del Muro, se remueven la historia y la tierra, para que surjan nuevas ideas, jardines y edificios. El “Park am Gleisdreieck” (o parque junto al cruce líneas) se expande ahora, aún inconcluso, donde antes de la Segunda Guerra Mundial estuvo la “Güterbahnhof” (o estación de carga), luego bloqueada por el Muro.

Las antiguas líneas férreas y las escaleras de un almacén recuerdan el pasado. Las áreas verdes y las instalaciones de voleibol de playa –con arena de la zanja de otras obras en la Alexander Platz–, dibujan el presente y el futuro de este proyecto, en el que cooperan ciudadanos y planificadores urbanos.

Park am Gleisdreieck, un parque junto a un antiguo cruce de líneas férreas.
Park am Gleisdreieck, un parque junto a un antiguo cruce de líneas férreas.Imagen: Lara Brekenfeld

Al sur de “Alex“, como los berlineses llaman a la emblemática plaza del Reloj Mundial, se alza otro proyecto cooperativo, sin apoyo estatal ni grandes inversiones privadas: los “Prinzessinengärten“ o jardines de las princesas. Sus fundadores, Robert Shaw y Marco Clausen, arrendaron los cerca de 6.000 metros cuadrados de terreno baldío en 2009. Sacaron de allí unas dos toneladas de basura y lo transformaron en una huerta colectiva, en el corazón del alternativo barrio de Kreuzberg.

Prinzessinnengarten, los jardines de las princesas, en Kreuzberg.
Prinzessinnengarten, los jardines de las princesas, en Kreuzberg.Imagen: picture-alliance/dpa

Robert y Marco no tuvieron un plan maestro; echaron a rodar su idea para ver qué salía de ella. Todo el que quiere puede sumarse. Justo ahora, en otoño, los que participan cosechan papas. Pero las plantas no crecen en el suelo sino dentro de todo tipo de vasijas, por si tienen que mudarse de pronto. El futuro de los jardines es incierto: la ciudad quiere vender el terreno.

Reinventarse…

En Berlín, al aire libre...
En Berlín, al aire libre...Imagen: DW/Axel Warnstedt

Medios alemanes e internacionales como el semanario Der Spiegel, el diario The New York Times o la cadena CNN han elogiado el proyecto en sus reportes. Uno de sus fundadores, Marco Clausen, ha escrito incluso un libro. Así que cada vez más turistas descubren el lugar. Entre las especias, las plantas medicinales y los vegetales sembrados, un francés, Pierre, se pone de acuerdo con varias alemanas, en inglés: ¿Cómo asarán las papas que acaban de recolectar?

La capacidad de la ciudad y sus habitantes de redescubrirse experimentando, una y otra vez, se ha convertido en una fortaleza de la capital alemana. Y quien se sienta a descansar y disfrutar de un jugo de frutas frescas en el café al aire libre de los “Prinzessinengärten“ puede sentir ese espíritu del Berlín “inacabado”, lleno de espacios que quieren ser reinventados.

Autor: Jefferson Chase / rml

Editora: Emilia Rojas Sasse