El populista de derecha, Rodrigo Chaves, venció en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Costa Rica. Un triunfo empañado por una gran abstención, que obliga al presidente electo a buscar alianzas en el parlamento para promover el empleo y luchar contra la pobreza. Prometió luchar contra la corrupción y promover reformas del Estado vía el referendo, una medida populista que no gusta