Diez razones para amar Leipzig
Dicen que la ciudad sajona es un destino que supera a Berlín. Joven, amante de las tendencias, en un permanente estado de creatividad. Quizás valga la pena visitarla.
Una ciudad que crece
Leipzig está de moda y cada año gana unos 10 mil habitantes. La mayoría de los recién llegados son personas jóvenes que han cambiado el rostro de esta ciudad, llenándola de encanto creativo. Por ejemplo en la Karl-Liebknecht-Straße, conocida como KarLi. Acá hay una mezcla de bares, tiendas exóticas y lofts en antiguos edificios industriales.
Todo pasa en Plagwitz
Un punto de interés para los jóvenes es el barrio de Plagwitz y su Karl-Heine-Strasse. Acá el encanto sin fin de la ciudad es evidente: nuevos pubs cobran vida junto a viejas industrias y oficinas baratas que atraen a artistas y compañías de start-up, al tiempo que los grafitis dan color a edificios que aún no han sido ocupados. Mucho arte, cultura y eventos callejeros tienen lugar acá.
Para todos los gustos
En Plagwitz, el Dr.Strange hace honor a su nombre. Durante el día acá se reparan bicicletas, pero cuando cae la tarde esta pequeña tienda se convierte en un bar. Aquellos que prefieren impresionar a la ciudad con sus mejores galas, pueden dirigirse al Club L1. Los ritmos electrónicos o indie rock se encuentran mayoritariamente en el sur y oeste de la ciudad.
Tesoros ocultos
Las muchas zonas vacías en la ciudad dejan espacio para el desarrollo de nuevas ideas. Lo más usual es que los antiguos edificios industriales sean utilizados para fiestas y eventos. Pero hay muchos otros lugares que están desocupados y sin uso, lo que es en sí mismo un incentivo para la imaginación de los emprendedores.
Arte en vez de algodón
Un ejemplo de desarrollo innovador es la conversión del antiguo edificio de la fábrica de algodón. Con galerías y exhibiciones, este lugar es el epicentro de la escena artística de Leipzig. La "Nueva Escuela de Leipzig", un movimiento de arte moderno, es conocido a nivel internacional. Neo Rauch es su representante más famoso.
Universidad moderna y tradicional
Leipzig es una ciudad universitaria. La universidad fue fundada en 1409 y es la segunda más antigua del país. Poetas reconocidos como Gotthold Ephraim Lessing y Johann Wolfgang von Goethe estudiaron acá. La ubicación central del edificio universitario y su iglesia, que desde 2012 tiene una imagen renovada, lleva el espíritu estudiantil al corazón de la urbe.
De la industria a la playa
Todo está al alcance de un viaje en bicicleta, incluso los numerosos lagos artificiales en las afueras de Leipzig. Uno muy concurrido es el lago Cospudener. Originalmente era una mina a tajo abierto que más tarde fue inundada y convertida en un lago nadable. En sus orillas está la playa más larga de Sajonia.
Lugares para el relajo
El centro de la ciudad cuenta con numerosas áreas verdes, como el parque Lene Voigt (en la imagen) y el parque Clara Zetkin, que son muy concurridos cuando el tiempo y el sol acompañan, como en los meses de verano. La gente joven pasa su tiempo acá jugando vóleibol, haciendo asados o simplemente descansando en una hamaca.
El Festival Wave Gothic
Todos los años, durante el Pentecostés, ocurre algo extraordinario en los parques de Leipzig. Miles de personas vestidas de negro acuden al Wave Gothic Festival, el mayor de su tipo en el mundo. Durante tres días, los asistentes se exhiben y asisten a conciertos o fiestas. Pero no todos visten solo de negro: algunos trajes incluyen vestidos victorianos, pelucas y sombreros de corte artístico.
Bach, coros y rock
Leipzig, hogar de la sala de conciertos Gewandhaus, orquestas y el conocido coro de niños Thomaner, es una ciudad musical. Las visitas guiadas revelan al turista que el compositor Johann Sebastian Bach vivió y trabajó acá desde 1723 hasta 1750. Leipzig es el lugar de origen de los Prinzen, una de las bandas alemanas más exitosas. Música, vida alternativa, gente joven... en Leipzig se rockea.