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Fútbol y "culebornes"

13 de noviembre de 2011

Denuncias de acoso sexual, venganzas y luchas por el poder: el rostro habitualmente serio del fútbol alemán se desencaja por revelaciones que tienen en jaque a árbitros y directivos.

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Schiedsrichtersprecher Manfred Amerell. ARCHIV - Der Schiedsrichtersprecher Manfred Amerell beim 37. Ordentlichen Bundestag des Deutschen Fußball-Bundes (DFB) in Magdeburg (Archivfoto vom 27.04.2001). Amerell hat die Vorwürfe, er habe einen Bundesliga-Schiedsrichter belästigt, erneut entschieden zurückgewiesen und zugleich seinen sofortigen Rücktritt von allen DFB-Ämtern angeboten. Das teilte er am Freitag (12.02.2010) in einer Presseerklärung mit. Foto: Marco Kohlmeyer dpa (zu dpa 0476) +++(c) dpa - Bildfunk+++
Manfred Amerell.Imagen: picture-alliance/dpa

En el ojo del huracán está Manfred Amerell, ex portavoz arbitral que a principios de 2010 dejó todos sus cargos en la Federación Alemana de Fútbol (DFB) tras ser denunciado por acoso sexual a un pupilo.

Casi dos años más tarde, Amerell reapareció el mes pasado decidido a vengarse: denunció por evasión fiscal a 70 árbitros, ahora investigados por la Justicia, y prometió "cuatro o cinco nuevas revelaciones" para poner patas arriba al fútbol alemán.

"Ya he vivido muchas situaciones difíciles y siempre las hemos superado", dijo este fin de semana el presidente de la DFB, el cuestionado Theo Zwanziger. "Lo mismo ocurrirá esta vez. Y al final el fútbol saldrá siempre reforzado".

Menos optimistas son los medios alemanes, que apodaron a Zwanziger el "presidente problema" por los escándalos que viene sufriendo la DFB en su mandato.

Acoso en el campo

El origen del "culebrón" se remonta a diciembre de 2009, cuando el alemán Michael Kemptner, entonces de 27 años y árbitro internacional de la FIFA, aseguró haber sido acosado por Amerell, de 62 años y miembro de la comisión de arbitraje de la DFB.

ARCHIV - Referee Michael Kempter zeigt am 21. Februar 2009 waehrend eines Bundesligaspiels zwischen dem VfB Stuttgart und 1899 Hoffenheim in Stuttgart, Baden-Wuerttemberg eine gelbe Karte. Der FIFA-Referee Kempter soll vom ehemaligen Schiedsrichter- Funktionaer Manfred Amerell belaestigt worden sein. Verschiedene Medien hatten berichtet, dass weitere Referees in der Angelegenheit um den ehemaligen Bundesliga-Schiedsrichter Amerell vom Deutschen Fußball-Bund angehoert worden sein sollen. (AP Photo/Thomas Kienzle)
Michael Kempter.Imagen: AP

Amerell renunció a todos sus cargos en febrero de 2010, pero negó cualquier tipo de acoso y aseguró que tenía "una relación de profunda amistad muy personal" con Kemptner, dando a entender que mantenían una relación homosexual.

La explicación no convenció a la DFB, que dio un paso más en las acusaciones y reveló que al investigar el supuesto acoso había descubierto otros casos similares: "Hay varias personas más que declararon haber sido molestadas o acosadas", señaló un funcionario.

El nombre de Amerell volvió a los titulares a fines de octubre, cuando comenzó a destaparse que la Fiscalía General del Estado investigaba a varios árbitros por supuesta evasión.

El fisco no perdona

Entre ellos figuraba el propio Kempter, ex pareja o víctima de Amerell -según las dos versiones- y ya condenado en 2009 a pagar una multa de 23.750 euros por evasión fiscal.

Zwanziger comenzó quitando importancia al escándalo, lo atribuyó a una "campaña vengadora" de Amerell y dio por hecho que "la mayor parte de los casos" terminaría "en poco o en nada".

Theo Zwanziger, President of Germany's soccer association (DFB), reacts during a press conference in Duisburg, Germany, Wednesday, Feb. 17, 2010, on the referee's scandal in their own rows. (apn Photo/ Roberto Pfeil)
Theo Zwanziger.Imagen: AP

Apenas una semana más tarde, el semanario "Der Spiegel" revelaba que ya son 70 los árbitros y ex árbitros investigados por la Justicia y el propio Zwanziger se involucraba activamente al destituir a su vicepresidente, Rainer Koch, por haberse reunido a comer con Amerell. Muchos vieron en la medida una lucha interna de poder.

El conflicto judicial agrava la imagen de Zwanziger, ya cuestionado por otros problemas como el avance de la violencia en los estadios. El legendario Franz Beckenbauer se mostró esta semana "preocupado por la imagen del fútbol alemán".

Entre tanto Amerell, que sigue en disputa legal contra su ex pupilo Kempter, advirtió que su explosivo regreso a las primeras planas está lejos del final: "No descarto hacer públicas otras cosas. Tengo cuatro o cinco preparadas".

Fuente: dpa

Editora: Claudia Herrera Pahl