Fútbol y "culebornes"
13 de noviembre de 2011En el ojo del huracán está Manfred Amerell, ex portavoz arbitral que a principios de 2010 dejó todos sus cargos en la Federación Alemana de Fútbol (DFB) tras ser denunciado por acoso sexual a un pupilo.
Casi dos años más tarde, Amerell reapareció el mes pasado decidido a vengarse: denunció por evasión fiscal a 70 árbitros, ahora investigados por la Justicia, y prometió "cuatro o cinco nuevas revelaciones" para poner patas arriba al fútbol alemán.
"Ya he vivido muchas situaciones difíciles y siempre las hemos superado", dijo este fin de semana el presidente de la DFB, el cuestionado Theo Zwanziger. "Lo mismo ocurrirá esta vez. Y al final el fútbol saldrá siempre reforzado".
Menos optimistas son los medios alemanes, que apodaron a Zwanziger el "presidente problema" por los escándalos que viene sufriendo la DFB en su mandato.
Acoso en el campo
El origen del "culebrón" se remonta a diciembre de 2009, cuando el alemán Michael Kemptner, entonces de 27 años y árbitro internacional de la FIFA, aseguró haber sido acosado por Amerell, de 62 años y miembro de la comisión de arbitraje de la DFB.
Amerell renunció a todos sus cargos en febrero de 2010, pero negó cualquier tipo de acoso y aseguró que tenía "una relación de profunda amistad muy personal" con Kemptner, dando a entender que mantenían una relación homosexual.
La explicación no convenció a la DFB, que dio un paso más en las acusaciones y reveló que al investigar el supuesto acoso había descubierto otros casos similares: "Hay varias personas más que declararon haber sido molestadas o acosadas", señaló un funcionario.
El nombre de Amerell volvió a los titulares a fines de octubre, cuando comenzó a destaparse que la Fiscalía General del Estado investigaba a varios árbitros por supuesta evasión.
El fisco no perdona
Entre ellos figuraba el propio Kempter, ex pareja o víctima de Amerell -según las dos versiones- y ya condenado en 2009 a pagar una multa de 23.750 euros por evasión fiscal.
Zwanziger comenzó quitando importancia al escándalo, lo atribuyó a una "campaña vengadora" de Amerell y dio por hecho que "la mayor parte de los casos" terminaría "en poco o en nada".
Apenas una semana más tarde, el semanario "Der Spiegel" revelaba que ya son 70 los árbitros y ex árbitros investigados por la Justicia y el propio Zwanziger se involucraba activamente al destituir a su vicepresidente, Rainer Koch, por haberse reunido a comer con Amerell. Muchos vieron en la medida una lucha interna de poder.
El conflicto judicial agrava la imagen de Zwanziger, ya cuestionado por otros problemas como el avance de la violencia en los estadios. El legendario Franz Beckenbauer se mostró esta semana "preocupado por la imagen del fútbol alemán".
Entre tanto Amerell, que sigue en disputa legal contra su ex pupilo Kempter, advirtió que su explosivo regreso a las primeras planas está lejos del final: "No descarto hacer públicas otras cosas. Tengo cuatro o cinco preparadas".
Fuente: dpa
Editora: Claudia Herrera Pahl