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El "matadero" de Al Asad: el horror de la prisión de Sednaya

12 de diciembre de 2024

La prisión militar siria al norte de Damasco representa uno de los capítulos más oscuros de la tortura y la matanza de Estado. Los presos liberados parecen fantasmas de sí mismos.

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Personas detrás de rejas.
Familiares buscan pistas sobre presos en la cárcel de Sednaya (10 de diciembre de 2024).Imagen: Asaad al-Asaad/UPI Photo/picture alliance

En un intento por explicar el indescriptible horror, los antiguos presos han empezado a llamar "matadero" a la prisión militar de Sednaya, en Siria. Como ningún otro edificio del país, ha llegado a simbolizar el horror absoluto de los tiempos del ahora derrocado Gobierno de Bashar al Asad.

Al parecer, los oficiales de Al Asad torturaron y mataron a personas en esta y otras prisiones a "escala industrial".

Tras la ofensiva relámpago de los insurgentes, dirigidos por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), miles de personas están siendo liberadas de Sednaya. Las fuerzas de defensa civil de los Cascos Blancos calculan que entre 20.000 y 50.000 prisioneros fueron rescatados en un solo día del complejo de edificios situado al norte de la capital siria, Damasco.

Se estima que hasta 150.000 personas podrían haber estado encarceladas allí, y muchas siguen desaparecidas.

Con su liberación, salen a la luz nuevos detalles sobre las condiciones de vida en Sednaya. Los Cascos Blancos temen que entre 50 y 100 personas podrían haber sido ejecutadas a diario y luego quemadas en hornos.

En busca de un "rayo de esperanza"

Para los familiares, ha comenzado una febril búsqueda de pistas sobre parientes encarcelados o desaparecidos de los que no han sabido en años o décadas.

Mohammed Abel Asis, por ejemplo, llegó a Damasco desde Alepo, en busca de su padre. Cuando las fuerzas de seguridad lo detuvieron en el año 2000, Mohammed tenía siete años. "Buscamos en vano un rayo de esperanza", cuenta a la agencia de prensa alemana DPA.

Algunos familiares que regresan de la cárcel con las manos vacías celebran funerales simbólicos y ceremonias de duelo por sus seres queridos, que probablemente nunca volverán a ver, cuentan testigos.

Dos personas buscan celdas secretas en la prisión de Sednaya.
Tras la liberación de la prisión militar de Sednaya, continúa la búsqueda de celdas subterráneas ocultas.Imagen: Basili Sandro/ABACA/picture alliance

Asimismo, hay expresos que caminan como fantasmas de sí mismos hacia una libertad inesperada, a veces, tras décadas en prisión. El canal de noticias Al Jazeera mostró a un hombre que no podía recordar su propio nombre, presuntamente como consecuencia de las graves torturas a las que fue sometido.

Otros que estuvieron encarcelados durante la presidencia de Hafez, el padre de Bashar Al Asad, apenas se enteran de que este murió en 2000 y que su hijo asumió el poder en aquella época.

Según el diario británico The Guardian, entre los antiguos reos se encuentra un expiloto que se negó a bombardear la ciudad de Hama durante un levantamiento contra Hafez al Asad en la década de 1980, y que ahora fue liberado tras 43 años.

"Asesinatos a escala industrial"

Tras ver imágenes de tortura del desertor sirio "César", el exfiscal jefe de la ONU David Crane comparó los brutales métodos de los oficiales del ejército y las autoridades de seguridad de Al Asad con los del régimen nazi. En 2014, habló de "asesinatos a escala industrial".

Según la organización Amnistía Internacional, en Sednaya había una sala con 30 dogales para ahorcar a los prisioneros. Además, el Gobierno estadounidense informó de un crematorio junto al edificio principal para quemar cadáveres. También el líder de los Cascos Blancos, Raid al Saleh, afirma que su equipo descubrió cadáveres en hornos.

Supervivientes y exguardias relataron a Amnistía Internacional la existencia de una prensa humana conocida como "alfombra voladora" y de un método de tortura, que consistían en obligar a las víctimas a introducirse en un neumático de automóvil con la cabeza entre las rodillas, donde luego se les golpeaba.

Algunos presos fueron violados y golpeados, otros desarrollaron trastornos psicóticos y murieron en sus celdas. Desde los años 70 del siglo XX existen cárceles en Siria donde los miembros de la oposición desaparecían como en agujeros negros.

En el pasado, el Gobierno de Al Asad calificó las acusaciones de infundadas y falsas. Sin embargo, activistas de derechos humanos estiman que solo entre 2011 y 2018, más de 30.000 prisioneros fueron ejecutados en Sednaya o murieron a consecuencia de torturas, negación de atención médica o inanición.

Mientras tanto, continúa la búsqueda de celdas subterráneas supuestamente ocultas, que podrían revelar un horror aún mayor.

(vt/ms)