Idlib: punto de quiebre en la crisis humanitaria siria
Niños han muerto congelados en Idlib mientras las tropas de Bashar al Assad ahuyentan a 3 millones de sus compatriotas. Según la ONU, este éxodo podría ser la mayor "historia de horror humanitaria del siglo XXI".
Familias completas huyen
Las tropas sirias intensificaron su presión para conseguir el último gran enclave rebelde del país, un "preludio de su total derrota", según el presidente Al Assad. La violencia y el desplazamiento masivo podrían generar la mayor historia de horror humanitario del siglo XXI, dijo Mark Lowcock, coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU. Los niños en particular son el rostro de ese sufrimiento.
El mayor éxodo desde la II Guerra Mundial
De las casi 900.000 personas forzadas a abandonar sus hogares y refugios en los últimos tres meses, el 80% han sido mujeres y niños, asegura un portavoz de la ONU. Alrededor de 300.000 de ellos ya han huido desde principios de febrero. Esta ola de desplazamientos es el mayor éxodo de civiles desde la Segunda Guerra Mundial.
Temperaturas mortales
Con temperaturas que alcanzan los siete grados bajo cero en los campamentos de desplazamiento cubiertos de nieve, en las colinas cercanas a las fronteras de Turquía, siete niños han muerto por las malas condiciones de vida. Save the Children dijo que las familias están quemando todo lo que encuentran para mantenerse calientes. La organización advirtió que el número de muertos podría aumentar.
Beligerantes se refuerzan
Los convoyes de comandos turcos salieron hacia la antigua "zona de desescalada" a medida que las fuerzas sirias respaldadas por Rusia intensificaron su presión para recuperar la zona, a finales de enero. Después de que 13 soldados turcos, estacionados allí para apoyar a los rebeldes, fueran asesinados a principios de febrero, los esfuerzos diplomáticos para negociar un alto el fuego se estancaron.
Carretera sin salida
La ofensiva de Assad para retomar la estratégica autopista M5 que conduce hacia la segunda ciudad más importante, Alepo, ha sido un objetivo a largo plazo. Después de que bombardeos rusos ayudaran a las fuerzas sirias a capturar las ciudades a lo largo de la ruta, el 11 de febrero, los feroces combates en el oeste de Alepo obligaron a más de 43.000 personas a dirigirse hacia la frontera turca.
Bombardeo ruso "indiscriminado”
La cantidad de ataques aéreos y de artillería rusos y sirios contra campamentos, hospitales y escuelas "sugiere que no todos pueden ser accidentales", dice el portavoz de la ONU, Rupert Colville. Ellos registraron 299 muertes de civiles este año, el 93% causadas por Assad y sus aliados. Michelle Bachelet, jefa de la oficina de Derechos Humanos de la ONU, calificó los ataques de "indiscriminados".
Buscan seguridad
Bachelet dijo que "ningún refugio es ahora seguro" y los campos de desplazados se han visto desbordados por el número de personas que huyen de la violencia. Muchos han abandonado los campamentos para arriesgarse en el camino. Bachelet pidió que se establezcan corredores humanitarios para permitir que los civiles escapen.
No hay salida
Turquía cerró sus fronteras para impedir una mayor llegada de sirios, ya que alberga a más de 3,5 millones de refugiados de ese país. Eso deja a la gente de Idlib sin ruta de escape. Más de 500.000 de los que huyen son niños.