Infundiendo confianza

Si las perspectivas económicas se ensombrecieran, el G7 está dispuesto a tomar las medidas necesarias, según afirmaron los ministros de Finanzas de Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón y Canadá, al término de su reunión en París. Una reunión dominada por el riesgo de una guerra en Irak, que divide a los miembros del G7 y cuya inminencia parece cada vez más probable, pero que los ministros de Finanzas y Gobernadores de bancos centrales de los 'siete grandes' silenciaron en su comunicado final.

Los ministros de finanzas del G7 no descartan una reunión de emergencia para hacer frente al impacto de una guerra en la economía, para analizar la situación y tomar las medidas que convengan en caso dado. Reconocieron que sus economías experimentan una ralentización del crecimiento, pero, en un intento de infundir confianza, afirmaron que sus economías conservan una capacidad de repunte.

Tareas pendientes

Europa se comprometió a acelerar las reformas emprendidas en los mercados de trabajo, productos y capitales para mejorar la reactivación de la economía. Estados Unidos por su parte introducirá iniciativas para crear empleo, favorecer la formación de capitales y el ahorro y aumentar la productividad, mientras que Japón ha reafirmado su voluntad de emprender reformas estructurales, en particular en el sector financiero y empresarial. Sobre los tipos de cambio los ministros dijeron que seguirán vigilando de cerca los mercados de cambio y colaborando de forma apropiada. Por otra parte, se mostraron resueltos a garantizar el carácter sostenible de las finanzas públicas y la estabilidad de los precios, aunque no dijeron cómo.

Proseguir con el "antiblanqueo"

En relación con la lucha contra la financiación del terrorismo, instaron a todos los países a aplicar y hacer cumplir las legislaciones con ese fin y pidieron al Grupo de Acción Financiera Antiblanqueo (GAFI) que refuerce la eficacia de la congelación de activos financieros.