Israel pasa por alto a la ONU

El matutino suizo Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich, apunta: "El gobierno de Sharon afirmó inequívocamente que seguirá construyendo el cerco, que cuesta cientos de millones de dólares. Otro asunto es si resulta políticamente inteligente que Israel considere irrelevantes resoluciones mayoritarias de la Asamblea General de la ONU y las ignore encogiéndose de hombros. El argumento de la 'tiranía de la mayoría' que el portavoz de Sharon echó al ruedo despectivamente en relación con la última resolución de la ONU, tiene doble filo para Israel. A fin de cuentas, una raíz central de la legitimación del Estado de Israel se basa en una resolución de la Asamblea General de la ONU, del 29 de noviembre de 1947. En esa oportunidad, este organismo decidió, por 33 votos contra 13, la partición del territorio bajo dominio británico en un estado judío y uno árabe."

Testarudez israelí

El periódico Handelssblatt, de Düsseldorf, comenta: "Para Sharon, la demanda (de derribar el muro) no vale siquiera el papel sobre el que está escrita, aunque haya sido formulada por 150 estados y, por ende, por la mayoría de la comunidad mundial. El muro no será demolido, sino que su construcción proseguirá. Así de simple. El que la resolución sea calificada de parcial y el dictamen (de la Corte Internacional de la Haya) sea tildado incluso de 'perversión de la justicia' suena como una franca burla. Claro está que Israel sabe que está seguro. Por un lado, las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes. Por otro, el representante estadounidense votó en contra, como suele suceder."

Reforma del derecho internacional

Der Standard, de Viena, hace notar que es un hecho que las barreras protegen vidas humanas. "La clara atenuación del conflicto en los último meses es atribuible a la barrera. Por otra parte, la libertad de movimiento de los palestinos se ve seriamente restringida. Pero, en este profundo dilema moral, ¿se puede decretar a la ligera que la calidad de vida es más importante que la vida misma? El dictamen judicial, en el que se basa la resolución, pasa por alto la realidad global. Según los jueces de La Haya, Israel no puede remitirse al artículo 51 de la Carta de la ONU. Visto así, ningún estado tendría derecho a autodefenderse, por ejemplo de Al Qaeda, porque ésta no es un Estado, aunque opere internacionalmente; y eso no puede ser. (...) Si el derecho internacional realmente prohibe salvar vidas, necesita una urgente reforma."

Roce franco-israelí

Le Figaro opina: "El muro, destinado a dar a los israelíes una sensación de seguridad, impide, debido a su trazado, la gestación de un estado palestino capaz de sobrevivir. Europa no tiene los medios para imponer sus puntos de vista en el Medio Oriente. Sin embargo, los europeos se inmiscuyen a instancias de Francia, mientras Estados Unidos se encuentra paralizado por la campaña electoral. Por el momento, esta medición de fuerzas no tiene consecuencias reales, pero el aislamiento internacional del gobierno de Sharon se agudiza peligrosamente. La crisis entre París y Jerusalén no es casual."