1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Mejor 3 de más que 3 de menos

28 de junio de 2003

El sindicato metalúrgico IG Metall quiere suspender la huelga en el este de Alemania pese al fracaso de la negociación. Es la primera vez desde 1954, que acepta suspender una huelga sin haber conseguido su objetivo.

https://p.dw.com/p/3nAn
Poco apoyo de los trabajadores en tiempos de crisis.Imagen: AP

El sindicato metalúrgico IG Metall quiere suspender la huelga en el este de Alemania, pese a que en las negociaciones con la patronal no alcanzó su propósito de establecer en esa parte del país el mismo horario laboral que rige en el oeste. El presidente del IG Metall, Klaus Zwickel, anunció en Berlín que recomendará a la dirección del sindicato concluir la huelga a partir del lunes.

¿Crisis del sindicato?

El anuncio se produjo después de que la mañana del sábado los negociadores dieran por fracasado su último intento de llegar a un acuerdo para introducir paulatinamente la semana laboral de 35 horas en el este del país, donde todavía rigen las 38 horas por semana. La patronal había rechazado la oferta del sindicato de ir reduciendo paulatinamente el horario hasta alcanzar una equiparación total con el oeste en el año 2009, y sólo estaba dispuesta a reducir el horario de los 310.000 metalúrgicos del este de Alemania a 37 horas en 2005.

Ahora, los sindicatos esperan que el horario occidental se implante en el este a través de acuerdos extra-sectoriales, como los que se han firmado ya en nueve empresas. El problema de esta solución es que pasa por alto el sistema que rige en Alemania de que los convenios se negocian por sectores y no en cada empresa por separado.

La recomendación de Zwickel de suspender las movilizaciones pone de manifiesto la presión en la que se encontraban los sindicatos en las últimas semanas, en las que se topó con duras críticas, incluso entre sus propias filas. Muchos de trabajadores germano-orientales no entendían por qué el sindicato se había obcecado en una reivindicación que -aunque plausible 13 años después de la reunificación- llega en plena crisis económica.

Producción paralizada

Con la decisión de acabar con una huelga que se ha prolongado cuatro semanas, la cúpula sindical intenta así evitar perder aún más apoyo y, sobre todo, impedir que se elimine un sistema de negociación -el sectorial- al que los sindicatos deben su poder en Alemania. La huelga ha afectado también al oeste del país, donde las compañías automovilísticas BMW y Volkswagen han tenido que paralizar parte de su producción.