Protestas en contra del carbón

Alrededor de 3000 activistas protestan en las minas de Hambach. Ellos declaran que Alemania debería aplicar las leyes internacionales de protección ambiental en este lugar.

En la antigua autopista A-4 entre Colonia y Aquisgrán se formó una cadena humana. Pronto, aquí comenzará a operar otra mina a cielo abierto para explotación de carbón. Además, dentro de este bosque se encontraba un pueblo llamado Manheim pero fue destruido. Cada día aumentan las emisiones de CO2 por lo que cada vez más personas salen a protestar para acabar con esta política.

Líderes de partidos de izquierda participan de esta cadena humana. Ellos piden un futuro sin carbón. También políticos del partido de Los Verdes se encuentran en la protesta.

Jóvenes defensores del medio ambiente bloquean el acceso a la mina a cielo abierto. No quieren empeorar la situación del calentamiento global y quieren que se detenga la explotación de carbón en la zona.

Activistas también bloquean las vías de tren que son utilizadas por las mineras y por la compañía de electricidad RWE. RWE interpuso demandas legales. Los activistas, en cambio, argumentan que la actividad de la empresa es ilegítima, porque el calentamiento global destruye vidas.

Activistas que se encuentran en pequeños grupos están bloqueando diversos lugares. Las plantas de energía causan el 12 por ciento de las emisiones de CO2 en Alemania, mucha energía es exportada a los países vecinos.

Los activistas siguen los modelos de diversos movimientos sociales pacifistas. Como el movimiento antirracismo en Estados Unidos de Rosa Parks, o el movimiento de Mahatma Gandhi en India.

La policía trató de evitar la entrada de los activistas a las minas a cielo abierto. Para ello utilizó gas pimienta y bastones.

A raíz de las acciones policiales hay muchos heridos. La policía reportó siete policías y los manifestantes hablaron de cientos de activistas heridos, de los cuales cinco fueron trasladados al hospital con fracturas. Activistas y espectadores reportaron que hubo mucha violencia por parte de la policía. Por otro lado, la policía se mostró satisfecha ya que pudo evitar varios bloqueos.

Aquí, en Manheim, en las cercanías de la mina a cielo abierto, vive esta familia. En contra de su voluntad tendrán que vender todo ya que en este lugar se comenzará la excavación. “Muchos de los habitantes ya se han resignado,” dice Stefan Leonhards. Opina que mucho antes se debería haber organizado protestas con mayor potencia.

Las protestas continúan. El experto en medio ambiente Michael Zobel recibe visitas en las minas a cielo abierto y les explica los daños que ellas causan a los bosques y a los pueblos de alrededor. Muchos visitantes son de otros países.

Si no abandona la explotación de carbón, Alemania difícilmente podrá cumplir sus ambiciosas metas para combatir el cambio climático. La próxima cumbre de las Naciones Unidas para el cambio climático se llevará a cabo en Bonn, a unos pocos kilómetros de esta mina a cielo abierto. Los activistas planean protestas.