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PolíticaGeorgia

¿Quién es la presidenta "legítima" de Georgia?

Maria Katamadze
30 de diciembre de 2024

Salomé Zurabishvili dejó el palacio presidencial, pero aseguró que seguirá luchando como "presidenta legítima". Acusa al Gobierno de fraude electoral y califica el nombramiento de su sucesor como "burla a la democracia".

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Salomé Zurabishvili en una manifestación proeuropea en Tiflis.
Salomé Zurabishvili en una manifestación proeuropea en Tiflis.Imagen: Irakli Gedenidze/REUTERS

En Georgia, Salomé Zurabishvili se ha convertido en el rostro de las protestas antigubernamentales y proeuropeas, que ella define como "un movimiento de resistencia contra [el] gobierno prorruso".

Durante casi un mes, cientos de miles de georgianos han salido a las calles de la capital, Tiflis, y de todo el país para expresar su rechazo a los controvertidos resultados de las elecciones de octubre y la decisión del gobierno de suspender la adhesión a la Unión Europea (UE).

Al grito de "rusos" y "esclavos", han soportado temperaturas bajo cero, cañones de agua, gases lacrimógenos y una brutal represión policial.

Ante el drástico giro autoritario del partido gobernante, Sueño Georgiano, para muchos georgianos prooccidentales, Zurabishvili es el último rayo de esperanza. Pero, ¿quién es Zurabishvili?

De diplomática francesa a presidenta

Salomé Zurabishvili nació en París en 1952, en el seno de una familia de emigrantes políticos georgianos. Su familia escapó de la República Democrática Georgiana en 1921, cuando las tropas de Moscú entraron en Tiflis para absorber una nación soberana en el imperio soviético.

Tras graduarse en las mejores escuelas de París y Nueva York, se dedicó durante más de 30 años a la diplomacia francesa, con estancias en Estados Unidos, Italia y Chad.

En 2004, se convirtió en ministra de Asuntos Exteriores de Georgia. Durante su mandato, Zurabishvili firmó acuerdos clave con la OTAN y la Unión Europea y negoció la retirada parcial de las tropas rusas del territorio georgiano.

El primer ministro Irakli Kobajidze y Salomé Zurabishvili.
El enfrentamiento entre el partido gobernante Sueño Georgiano, liderado por el primer ministro, Irakli Kobajidze, y la presidenta Salomé Zurabishvili se acentuó en los últimos meses. Imagen: Irakli Gedenidze/Pool Photo/AP/picture alliance

¿Por qué se enemistó con Sueño Georgiano?

En el pasado, Zurabishvili era considerada leal a Sueño Georgiano. Algunos expertos creen que Bidzina Ivanishvili, fundador de este partido y multimillonario, la ayudó a ganar la carrera presidencial.

"Gran parte del mérito de su presidencia se lo debe a Ivanishvili. Y por eso ignoró algunas tendencias en los primeros años de su mandato. Pero tenía sus líneas rojas", cuenta a DW Gia Khukhashvili, antiguo asesor de Ivanishvili.

Sin embargo, la dinámica entre Zurabishvili y Sueño Georgiano cambió después de que se acentuara el giro geopolítico del partido en contra de Occidente en medio de la invasión rusa de Ucrania.

Pese a que más del 80 por ciento de la población apoya la integración del país en la UE, el Gobierno en Tiflis se alinea cada vez más con Moscú.

"Se enfrentaba a un dilema: su obligación personal con Ivanishvili o sus valores, que son democráticos. Eligió ser fiel a sí misma y al futuro europeo de su país", sostiene Khukhashvili.

Por su parte, Sueño Georgiano se ha posicionado como el único partido que puede evitar otra guerra con Rusia, un vecino que ya ocupa partes del país.

Presunto fraude y nuevas elecciones

El enfrentamiento alcanzó un nuevo nivel tras las controvertidas elecciones parlamentarias de octubre y el anuncio del Gobierno de archivar las conversaciones de adhesión a la UE. Zurabishvili, los partidos de la oposición y grupos de la sociedad civil acusaron al Gobierno de fraude electoral y lo calificaron de "ilegítimo".

"Debe haber elecciones nuevas, libres y justas. Esto no es negociable", afirmó Zurabishvili.

A su vez, el partido Sueño Georgiano se opone a una investigación internacional y eligió unilateralmente a un nuevo presidente. Míjeil Kavelashvili, antigua estrella del Manchester City, conocido por su feroz retórica antioccidental y la difusión de teorías conspirativas, se ha convertido en el nuevo presidente de Georgia.

¿Cómo ha respondido Occidente?

Si bien algunos países occidentales han pedido una investigación independiente sobre el presunto fraude electoral, la respuesta de la UE ha sido más bien tibia. No obstante, Estados Unidos y los países bálticos han introducido sanciones contra algunos funcionarios del partido Sueño Georgiano por reprimir las protestas.

Bidzina Lebanidze, analista del Instituto Georgiano de Política, cree que la respuesta de Occidente dependerá probablemente de "la intensidad y la duración" de las protestas.

Otros expertos, en cambio, sugieren que los países occidentales podrían acabar reconociendo la legitimidad del partido gobernante.

"La visita del secretario general del Consejo de Europa, Alain Berset, a Georgia, que parecía dispuesto a colaborar de algún modo con el Gobierno del Sueño Georgiano, ya ha dado señales de ello", indica el politólogo Nino Khelaia, en declaraciones a DW.

¿Qué le espera a Zurabishvili?

Para algunos observadores, Zurabishvili tiene una posición única e independiente del Sueño Georgiano y de la oposición "para canalizar el descontento público". Aun así, habrá que ver si dejará de ser una "figura simbólica" para convertirse en una "líder proactiva de la oposición".

Este 29 de diciembre, el exfutbolista Míjeil Kavelashvili asumió la presidencia de Georgia. Salomé Zurabishvili abandonó el palacio presidencial en Tiflis, pero prometió seguir luchando como "presidenta legítima".

(vt/ers)