El presidente de Ucrania fue depuesto, la oposición salió victoriosa. Pero al país le espera aún su tarea más difícil: evitar su fragmentación. Mientras, Occidente se moviliza para ayudar económicamente a Ucrania, que se acerca peligrosamente a la bancarrota. Rusia niega ahora la ayuda financiera inmediata prometida antes de los cambios en el poder.