África en 2025: la importancia de reforzar la democracia
2 de enero de 2025Muchos expertos afirman que el fortalecimiento de las democracias es crucial para el crecimiento económico de África. En Mozambique, por ejemplo, los observadores políticos temen que las protestas contra el partido gobernante Frelimo -acusado de amañar las elecciones presidenciales de octubre para prolongar sus 49 años en el poder- continúen en el nuevo año.
Los partidarios del popular líder de la oposición Venancio Mondlane presentaron una denuncia ante el Tribunal Constitucional y pidieron conversar con el Ejecutivo. "El gobierno no se está tomando en serio el diálogo, que se supone debe tratar puntos fundamentales para un sistema electoral justo”, declaró Adriano Nuvunga, director del Centro para la Democracia y los Derechos Humanos de Mozambique.
Resistencia, un motivo de esperanza
Túnez y Mauritania han dado pasos hacia la democratización, pero las elecciones en ambos países estuvieron marcadas por irregularidades. En el primer caso, las tensiones aumentaron en septiembre luego de que la comisión electoral, alegando irregularidades en sus documentos, rechazara una decisión judicial de restituir a tres candidatos para las elecciones de octubre.
En julio, en tanto, al menos tres personas murieron en Mauritania en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que protestaban contra la reelección del presidente Mohamed Ould Ghazouani. Su principal rival, el activista Biram Dah Abeid, rechazó el resultado.
Este tipo de incidentes continuarán en 2025 si los países no refuerzan sus instituciones para mejorar la integridad y la calidad de las elecciones, la transparencia y el sistema multipartidista, dice a DW Serwah Prempeh, miembros del Instituto de Investigacines de Política Africana (APRI). "En general, se han hecho progresos y estos ámbitos de resistencia democrática son motivo de esperanza”, estima. Hay ejemplos, como Sudáfrica o Botsuana, donde los partidos de la oposición han ganado terreno.
El analista sudafricano Daniel Silke explica a DW que la transición de un partido dominante a un gobierno multipartidista ha sido pacífica en estos países. En el caso de Sudáfrica, el país más industrializado del continente, la formación de una coalición entre la opositora Alianza Democrática (DA) y el gobernante Congreso Nacional Africano, después de que el ANC perdiera la mayoría de la que había disfrutado desde las primeras elecciones postapartheid, es un enorme desafío político.
Fortalecimiento de las instituciones
Crear empleo e impulsar la alicaída economía sudafricana será clave para el éxito político de la coalición en 2025. Los esfuerzos reformistas del nuevo gobierno han mejorado ligeramente las perspectivas de crecimiento, con previsiones para 2025 que oscilan entre el 1,5 por ciento (Fondo Monetario Internacional) y el 2,6 por ciento (Economist Intelligence Unit).
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, pretende utilizar la presidencia del país en el G20, que comenzó el 1 de diciembre, no sólo para representar los intereses nacionales, sino también para posicionar a Sudáfrica como portavoz de todo el continente y del Sur Global.
Sin embargo, los factores de riesgo geopolítico a nivel mundial, como la llegada de un nuevo Gobierno en Estados Unidos y los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, supondrán mayor presión para los gobiernos africanos. "El acuerdo continental de libre comercio (AGOA) podría ocupar un lugar central, ya que se vuelve importante para los países africanos aumentar su comercio intraafricano frente a los vientos en contra globales”, sostiene Silke.
Prempeh, por su parte, indica que las presiones fiscales están aumentando en muchos países africanos, lo que significa que los presupuestos ya de por sí reducidos seguirán siendo frágiles y las fluctuaciones monetarias, la mala gestión y el aumento de los pagos de intereses están conduciendo a niveles insostenibles de deuda, por ejemplo en Ghana, Zambia y Nigeria.
Creciente inestabilidad
Las crisis regionales, las guerras y las condiciones meteorológicas extremas han obligado a millones de personas a abandonar sus hogares y limitarán las posibilidades de crecimiento. Según un informe del Internal Displacement Mointoring Centre (IDMC), unos 35 millones de africanos vivían como refugiados y desplazados dentro de sus países de origen a finales de 2024. El 80 por ciento de los desplazados internos se concentran en solo cinco países: Sudán, la República Democrática del Congo, Etiopía, Nigeria y Somalia, y si los gobiernos y sus socios no redoblan sus esfuerzos, el número de refugiados seguirá aumentando, asegura el informe.
Prempeh recuerda que aún hay considerables retrocesos políticos en África Occidental y el Sahel: los golpes de Estado y los gobiernos militares en Níger, Chad, Burkina Faso, Guinea y Mali amenazan con echar por tierra los avances democráticos. El terrorismo seguirá ensombreciendo la seguridad y las próximas elecciones en la región.
Gabón, en cambio, muestra una evolución positiva: el general Brice Oligui Nguema tomó el poder en 2023 y sustituyó a Bongo, gobernante desde hace mucho tiempo. Tras el éxito de las elecciones para reformar la Constitución, Gabón se encamina hacia un gobierno civil y democrático, si las elecciones presidenciales de agosto son libres y justas.
En el vecino Camerún, Paul Biya, de 91 años, ha gobernado durante 41 años y se presentará de nuevo a las elecciones en 2025, lo que es un mal signo para el país, dice Prempeh. Y la tendencia no es exclusiva de Camerún: "Los principales políticos de países como Uganda y Ruanda también han prolongado sus mandatos, mientras que el espacio cívico se reduce”, advierte.
(dzc/ers)